© Silvia Delgado Fuentes

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Afuera, a veces, llueve,
a veces se comparte el pan
o se derrama alegría.

Afuera, no tienen negras dentaduras,
ni rodillas ulceradas,
ni clavan en el suelo las miradas.

Afuera, dioses ignorantes acarician alacranes,
los niños juegan con sus ojos de piedra
y los amantes se desperezan sin poder tocarse.

Afuera buscan a tientas los sables.

Aquí dentro, en esta tierra donde ya no llueve,
en esta tierra donde mueren y es como si no muriera nadie
tiemblan las manos que castigan.

Porque dicen, no,
no hay rosas,
Porque dicen, no,
no hay sangre,
porque dicen no,
nos sobran corazones,
porque dicen no,
a esa jauría de monstruos sin cabeza.


*

dices que allí dicen “no”
y lo dices como si tuvieran elección,
como si fueran niños mimados,
lo dices, Silvia, sin pensarlo demasiado.
Ellos dicen “no”,
porque morir,
es siempre mejor que estar enjaulado.
es siempre mejor que estar esperando,
es siempre mejor decir no que estarse callado.

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Datos de la autora

Silvia Delgado Fuentes, España, 1968 | Nació en un pueblo de la rioja alavesa, desde entonces hasta ahora, es nómada de pieles y geografías. Difunde sus versos en montajes que realiza alternando texto, música e imágenes. Es autora de los siguientes libros de poemas: “Ángeles cotidianos”, “Y que hablen en mis palabras”, “No está prohibido llorar con los supervivientes”, “Las cuarenta chimeneas del infierno”, “Canción inútil para Palestina” y “Nanas de rodillas”.